El comportamiento de una puerta ante el fuego viene determinado por cuatro factores importantes, la estanqueidad, la emisión de gases inflamables el aislamiento térmico y la estabilidad mecánica. El tiempo que transcurre desde el inicio del fuego hasta que alguno de estos factores se ve alterado es lo que determina su resistencia al fuego que se determina con las siglas RF con un número posterior que determina el tiempo en que se produce esta alteración.
Las puertas que representan un gran valor decorativo en muchas construcciones permiten en el caso de estas, minimizar los riesgos de un incendio y la propagación del mismo.
Los materiales en que se fabrican las puertas ignifugas hacen que el impacto de estos accidentes se reduzca, aunque la misma sea de madera o de derivados de la misma con los tratamientos específicos que llevan las mismas, hacen que la estanqueidad que impide el paso de las llamas sea la adecuada.
Las puertas cortafuegos resistentes al mismo de nuestro catálogo han pasado todas las homologaciones que se exigen en el Código Técnico de Edificación, se fabrican en acabados de laminados HPL, lacados, chapa natural, con cerco de DM y rechapadas.
Todas las puertas están fabricadas con materiales con tratamientos de resistencia al fuego y al aislamiento térmico, cerco y juntas intumescentes y accesorios en acero inoxidable de pieza única. Opcionalmente se pueden suministrar con bisagras ocultas huecos con vidrio cortafuego barra de aislamiento, muelle de cierre oculto etc.